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| 5 de noviembre mi compañero Pedro cobró una guarra de 60 k. |
Somos muchos los cazadores que nos gusta alternar la caza menor con la mayor, ya que cada modalidad tiene su atractivo; en la menor se tiran bastantes tiros, al contrario de la mayor, que se tiran pocos y muchas veces ninguno, sobretodo en collas sociales pero uno se siente a gusto cuando esta colla está formada por cazadores honestos que saben ser compañeros y que todos gozan de la amistad del grupo, que en realidad es lo que se pretende, pasar unas horas agradables en un día de cacería y si la suerte te premia con algún lance y encima resulta eficaz gozas de aquella jornada y la recuerdas en tu memoria.
Algunas veces que por desgracia suele ser habitual que las cosas no se hacen bien debido a la picaresca de algunos monteros que, por su experiencia en las manchas a batir se adjudican ellos mismos los mejores puestos de las distintas cacerías que se dan en el coto o cotos incluso a sabiendas del jefe de colla o presidente que se lo permite, que duda cabe que los demás componentes que forman el resto del grupo se sientan desplazados, innecesarios y como no, despreciados lo que hace que estos cazadores aborrezcan la caza mayor tarde o temprano y dejen de acudir a esas cacerías, hecho que he observado en las cuatro collas de mayor que he cazado.
