miércoles, 25 de octubre de 2017

LA TRISTEZA DE UN CAZADOR: ES VER SU COTO SIN PERDICES

Macho de perdiz roja silvestre

Desde que empezó la crisis y los bolsillos de muchos cazadores han bajado a niveles del agua de los pantanos antes de las ultimas lluvias, algunos han dejado de cazar, en primer lugar por los costes que representa la caza: cuota de coto, coste de desplazamiento, cartuchería cada día más cara, gastos y manutención de perros, papeleo por todas partes etc.,  y en segundo lugar y aún peor, por la gran escasez de caza de los cotos que en su mayoría brilla por su ausencia, no hay conejos ni perdices que son las que suben la adrenalina a los cazadores y hacen que se disfrute el campo de una manera muy especial. Naturalmente, cada propietario o gestor tiene una visión y una forma de gestionar sus terrenos cinegéticos, incluso algunos sueltan cuatro perdices y cuatro faisanes al año y esta es toda su gestión pero son sueltas tan escasas que algunos cazadores no han cobrado perdiz alguna en toda la temporada, y para terminar de arreglarlo, estos gestores aceptan tantos cazadores como la ley les permite, según las hectáreas de su coto para rebajar o mantener la cuota anual, normalmente bastante baja, a veces creo que con un poco de gestión bien llevada y sin demasiado esfuerzo ni mucho dinero se podría conseguir buenos resultados sobretodo en cotos que por aquí los hay con variedad de cultivos como cereales, viñas, olivos, frutales, bayas de varios tipos etc. que cubren las principales necesidades de la fauna silvestre. 

viernes, 6 de octubre de 2017

LA MONTERÍA ESPAÑOLA; LOS REHALEROS Y SUS PERROS DE CAZA

montero con su atuendo de caza y venado cobrado

Hoy en día son múltiples las organizadas monterías en los fines de semana que se extienden por toda la Península Ibérica, dentro de la temporada de caza autorizada, por la gran expansión del jabalí, con gran escasez en la época de los años 70, siendo difícil hacerse con algún ejemplar. En España hay dos tipos de montería: "a la española" y la montería norteña, la primera consiste en cerrar la mancha a batir con las armadas y a continuación a la suelta de rehalas para sacar a las reses de sus encames y dirigirlas a los puestos, este tipo de montería es típica del centro y sur de la península, por otra parte  hay la  montería norteña que se desarrolla de la siguiente forma: un perrero con un perro atraillado con una larga cuerda va buscando rastros frescos de la noche anterior, que el perro le va señalando cada vez más hasta llegar cerca del encame donde deberá atar el perro para que no siga y comunicarlo al jefe de colla para que distribuya las armadas en la mancha, que está el suído para cerrarla y seguidamente hacer la suelta de la rehala que en realidad es la protagonista principal de una montería, ya que sin los perros no sería posible organizarla.