105 kilos, unos años mas y podía llegar a obtener el apodo de solitario |
La falta de rehalas en este tipo de batidas más humildes juega en favor de los grandes guarros, se escabullen mas fácilmente, tienen un temple extraordinario, dejando que los perros se alejen del lugar persiguiendo a los jabalís mas jóvenes y nerviosos, si algún perro le ha descubierto, pocas o nulas posibilidades tendrá ante la amenaza de un gran guarro y lo mas sensato será olvidarse de el, si los otros perros se han alejado y no puede recibir su ayuda.
Es admirable su gran capacidad para camuflarse y su astucia sobrepasa los limites de cualquier animal, al superar los 4 años cada vez se vuelve mas astuto, vigilante y precavido, sus hábitos serán ya totalmente nocturnos y el área de campeo que tenia de 10 o 12 kilómetros la ira reduciendo a lo mínimo, asentándose en un lugar muy espeso y de difícil acceso donde habrá de haber diferentes tipos de comida como bayas, bellotas, gusanos, tubérculos o cualquier alimento de los muchos que su estomago admite. Su encame estará situado dentro de este pequeño territorio siempre rodeado de monte espeso, utilizando las paseras mas tapadas para sus huidas.
foto con buena parte de la cuadrilla y resultado de una batida. |
Algunas veces puede sentirse atraído por los aromas de un maizal o trigal en fase de maduración, pero no por ello perderá la cabeza; si decide entrar será después de un rato que lo haga su escudero, normalmente un machíllo joven, a cambio de protección. Si no lleva escudero, extraerá toda la información posible del lugar, escuchando y tomando vientos de todas direcciones y, sólo una vez convencido, entrará a comer a la parte mas cercana al monte. Sin embargo, hay quien asegura que esto no es cierto y la protección la busca el joven amparándose en la sabiduría y el poder del grande. Es tanta la astucia de estos grandes solitarios que llegan a entrar y salir del comedero en días claros de luna, aprovechando el momento que una nube tapa la luna dejando un intervalo en el que el monte queda a oscuras.
No es pues de extrañar que los cazadores admiren, elogien y persigan a estos grandes solitarios y deseen entablillar las herramientas de uno de ellos como trofeo, tan difíciles de conseguir en esas batidas más humildes.
Solo un mal paso por la maleza, el ruido al quebrar una rama o una asomada parando a tomar los vientos puede ser fatal para el jabalí, si en alguno de estos sitios hay apostado un buen tirador que con suerte puede acabar con el ya que su capacidad de resistencia y recuperación son extraordinarias, a menos que se le coloque una certera bala en un punto vital. A pesar de todo nos burlara en la mayoría de los casos; la razón: astucia y serenidad para salvarse de muchas batallas libradas a su favor y así llegar a viejos.
Estos animales pesan muchos kilos, son agresivos y sus defensas o colmillos, armas muy peligrosas y muy bien afiladas; pueden causar profundas heridas a cualquier persona o animal, lean el caso del enlace siguiente "El Macareno del Barranco Las Zorras".
Si desean dejar algún comentario les doy las gracias de antemano.
Una bona fera
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