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jabalina de unos 90 kilos |
Soy amante de la caza desde que tuve uso de razón siempre me atrajo el campo con todas sus variedades de flora y sus distintos tipos de animales que son los que dan vida, vistosidad y movimiento a estas fantásticas y mágicas alfombras terrestres en cada una de sus épocas del año con los colores de cada estación me encanta todo tipo de flora pero la veo vacía, desnuda y triste cuando no se hace evidente la presencia de animales que pernoctan en un cierto sector. Hace unos tres años me encontraba en una de las montañas que rodean el "Pedra-Forca" y en un descanso a un mirador de alta montaña es decir en aquellas alturas solo se observaban pinos a miles, rocas y un gran valle, aprovechando el descanso de los demás me puse a andar monte arriba donde al final encontré un llano sin árboles y empecé a sentir una sensación de que allí encontraría muestras de vida, y así fue, de pronto vi las cagarrutas de la liebre de tres en tres, en aquel momento me di cuenta de que allí había vida y al volver casi en el llano también había descubierto rastros de jabalí y una pasera por donde ellos transitaban, desde aquel momento me convencí de que en el interior de aquellas montañas aparentemente muertas y embrujadas, de noche, se llenaban de vida, lo cual me produjo una gran satisfacción.
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preparando la salida |
A dos semanas del cierre de la caza del jabalí daba por terminada la campaña a los suidos día 12 de marzo como tantos días a las 6.30 AM para llegar al punto de reunión en San Sadurní de Anoia, una casa a las afueras del pueblo muy confortable con chimenea para brasa, mesas y sillas, oficina, cuarto para leña, televisor de bastantes pulgadas, nevera, cafetera profesional de dos brazos y por la parte trasera el desolladero bien preparado, en fin, muy acogedor, en el viaje salvo en los puntos altos que cubrían la visibilidad del horizonte nos acompañaba una inmensa y rojiza luna llena digna de observar el día esplendido con temperatura muy suave y buena visión.
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casa de cazadores |
En estos dos últimos meses no se por que razón cada vez se han visto menos reses, para esta ocasión se reservó un terreno bastante amplio "la bandera" para cazar entre dos collas: la de San Sadurní y la de Pierola, conjuntamente con cinco rehalas de perros y previo pisteo de rastros, los guarros estaban y dieron guerra con partes muy tupidas de zarzas cañas y alta vegetación con algunos disparos casi imposibles en nuestra armada, los dos primeros puestos pegaron bastantes tiros pero mi compañero y yo no pudimos disparar; si que lo izo el del final de nuestra armada, mi compañero si vio uno que se paró delante de una furgoneta, al salir el guarro intentó tirarle pero se tapó de inmediato por un carril o por alguna emanación que recibió y no le gustaría. La mañana fue distraída y se cobraron 12
guarros de todas medidas y se escaparon otros tantos más que menos.
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parte del interior de la casa |
Fotos de los caminantes que tan amablemente nos ayudaron a subir el guarro por la pendiente, gracias a todos ellos una vez más.
Enlaces a través de CLUB de CAZA:
Critica sobre una norma de protección animal en el Congreso
Agricultores piden más caza ante el daño de animales al campo
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