 |
| colmillos y amoladeras de jabalí, recién sacadas |
Cuando hablamos de un jabalí, cobrado a través de la caza, lo primero que en general se nos viene a la cabeza, es pensar en su carne y no deja de tener su razón, ya que es una carne, que bien cocinada, puede resultar exquisita, ademas de nutritiva y de gran calidad, pero los cazadores, ademas de su carne valoramos otras cosas como: su tamaño, mucho mejor macho que hembra y sobretodo que posea unas buenas defensas, es decir buenos colmillos. En cacerías de postín, las hembras de jabalí, y los de corta edad, carecen de valor alguno, ya que los participantes disponen de mas lances y el objetivo es conseguir un trofeo, igual o superior al que uno ya tiene, estos trofeos, según su largo y grosor, se valoraran con puntos a través de un juez homologador, pudiendo llegar a medallables: bronce, plata y oro. Aunque la calidad del trofeo va muy ligada al tamaño del jabalí, como muy bien dice Lucas Llanes juez homologador en Andalucía, no se puede juzgar un trofeo hasta que las herramientas no están fuera del cochino.
